Corea del Norte, conocida oficialmente como la República Popular Democrática de Corea (RPDC), presenta un caso único en lo que respecta a la relación entre impuestos y servicios sociales. A diferencia de muchas otras naciones, Corea del Norte opera bajo una economía centralizada y controlada por el estado, donde los conceptos tradicionales de tributación y prestación de servicios sociales adquieren dinámicas diferentes.
Estructura Económica e Impuestos
La economía de Corea del Norte es predominantemente planificada y controlada por el estado. Esto significa que el gobierno toma la mayoría de las decisiones económicas con respecto a la producción, la inversión y la distribución. Un aspecto esencial de este control es el sistema de impuestos, que, interesantemente, opera de manera diferente en comparación con las economías de mercado. Oficialmente, Corea del Norte aboliciónó los impuestos directos en 1974 bajo el régimen de Kim Il-Sung, aunque existen formas indirectas de tributación y lo que podría considerarse impuestos encubiertos.
Por ejemplo, las empresas y particulares realizan contribuciones al estado a través de diversos medios, como el trabajo y los recursos. El estado exige apoyo financiero y recursos a sus ciudadanos y empresas, pero estos a menudo no son descritos como impuestos. En su lugar, se presentan como deberes hacia la nación o contribuciones patrióticas. También existe una cantidad sustancial de ingresos generados a través de empresas estatales, que el gobierno controla completamente.
Prestación de Servicios Sociales
A cambio de estas contribuciones, el gobierno de Corea del Norte proporciona una gama de servicios sociales, aunque de manera inconsistente e inadecuada en muchos casos debido a las dificultades económicas del país. El estado se enorgullece de ofrecer servicios como:
1. **Atención médica:** Corea del Norte afirma ofrecer atención médica gratuita a todos los ciudadanos. Este sistema está diseñado para garantizar que todas las personas tengan acceso a servicios médicos, aunque la calidad y disponibilidad de la atención a menudo pueden ser limitadas. Muchos informes indican que los hospitales carecen de suministros básicos y personal capacitado.
2. **Educación:** El gobierno también brinda educación gratuita, enfatizando la indoctrinación ideológica junto con la educación general. Desde una edad muy temprana, a los niños se les enseña acerca de los líderes del país y las virtudes del socialismo, lo que sirve tanto a un propósito educativo como político.
3. **Vivienda:** El estado asigna viviendas según el papel y el estatus de una persona dentro de la sociedad. Aunque teóricamente la vivienda se proporciona de forma gratuita, existen discrepancias significativas en la calidad y disponibilidad de viviendas entre diferentes regiones y clases sociales.
4. **Distribución de alimentos:** Oficialmente, el Sistema de Distribución Pública (PDS) está destinado a proporcionar raciones de alimentos a todos los ciudadanos. Sin embargo, debido a las crónicas escaseces de alimentos y las sanciones económicas, la efectividad de este sistema se ha visto severamente comprometida.
Desafíos y Realidades
A pesar de estas posturas oficiales, Corea del Norte enfrenta desafíos significativos. Las dificultades económicas, en parte derivadas de las sanciones internacionales y de las ineficiencias de una economía planificada centralmente, han provocado escaseces críticas y una infraestructura deficiente. Para muchos norcoreanos, los supuestos beneficios de los servicios sociales proporcionados por el estado son insuficientes.
Los mercados informales, conocidos como «jangmadang», han surgido como lugares alternativos para el comercio y la actividad económica. Estos mercados operan fuera del control estatal y son un medio crucial para que muchos norcoreanos obtengan alimentos, medicinas y otras necesidades, difuminando así las líneas entre la economía oficial del estado y las prácticas económicas más tradicionales de mercado.
Conclusión
La relación entre impuestos y servicios sociales en Corea del Norte es compleja, profundamente arraigada en el marco político e ideológico del país. Aunque los impuestos en el sentido convencional pueden no existir, las expectativas de contribuciones y la provisión central de servicios sociales son claras. Sin embargo, existen brechas significativas entre las promesas del estado y la entrega real de estos servicios, lo que ha dado lugar a la emergencia de prácticas económicas informales a medida que la población busca complementar lo que proporciona el estado.
Comprender esta relación ofrece ideas cruciales sobre la vida cotidiana de los norcoreanos y los desafíos que enfrenta una nación que opera bajo un sistema económico único y altamente restrictivo.